En uno de los mitos más antiguos, Bastet aparece primero como la leona salvaje Sekhmet. Ra la envía a castigar a la humanidad, pero su furia se desborda. Para calmarla, Ra inunda la tierra con cerveza roja. Ella bebe, se embriaga y se convierte en la pacífica Bastet.

Del caos a la protección, de la sangre al vino, de la guerra a la paz.

En la mitología egipcia, Bastet acompaña al sol en su viaje nocturno. Allí, derrota a la serpiente del caos Apep como una enorme gata, salvando la luz solar.

Símbolo de victoria sobre el caos, equilibrio entre luz y oscuridad.

Cada año, cientos de miles de personas viajaban por el Nilo hasta Bubastis para celebrar a Bastet – con música, baile, vino y éxtasis. Las mujeres entraban en trance, canalizando la energía divina.

Bastet como diosa del placer, la libertad femenina y la entrega sagrada.« No la oirás venir. Pero sabrás que está ahí. »