La bella diosa de la fertilidad y la primavera, de la felicidad y el amor.

Freya estaba asociada al amor, el sexo, la lujuria, la belleza, la brujería, la fertilidad, el oro, la guerra y la muerte, y era sin duda una de las deidades nórdicas más poderosas.

Como muchos de los dioses nórdicos, Freya cabalgaba en un carro, pero su carro era tirado por dos gatos negros llamados Bygul y Trjegul.

Mientras una mitad de los guerreros caídos van a Odín, Freya se lleva a la otra mitad -las Valquirias- a su salón, llamado Sessrumnir. Las almas permanecen allí hasta que son llamadas a luchar de nuevo en el Ragnarök, el fin del mundo.

Freya posee un manto con plumas de halcón, que le permite volar en forma de halcón. Este manto también está asociado a la transformación gastal, por lo que Freya es considerada una diosa de la magia y la hechicería.
También se la asociaba específicamente con la magia Seidr, un tipo de magia que implica reconocer el curso del destino y trabajar dentro de su estructura para provocar el cambio tejiendo nuevos acontecimientos. Era una magia muy femenina.

Cada vez que lloraba, Freyja otorgaba tesoros a la tierra. Cuando sus lágrimas caían sobre las rocas, se convertían en oro; cuando caían en el agua, se convertían en ámbar.

"Enséñame a pasar el día con fuerza".